Showing posts with label Primaveras inesperadas.. Show all posts
Showing posts with label Primaveras inesperadas.. Show all posts

May 13, 2014

Tu Ciudad de México

Recordé esa vez que tu amiga me preguntó cuál era mi plan contigo.

"Muchos, muchos meses. Tal vez años". Le dije.

Y aquí me tienes, miles de días después, esperando o no. Tomándolo con calma. Dibujándote una sonrisa porque, por el momento, es lo que puedo hacer. Compartiéndote las palabras y madrugadas porque son mi única pertenencia. Escribiéndote una notita en secreto, en impulso, una nota con el Che Guevara en la esquina superior derecha, debe ser de la suerte, de la pertinencia, de algo, quince palabras que son una carta. Dedicándote canciones que sólo tú entenderías porque no hay mejor lenguaje que el indirecto.

Te dije que seguiría, en otros cuerpos y figuras, seguiría.

Entre lo que fuimos y somos han habido incontables kilómetros, almohadas y tulipanes. Esto que somos, no fuimos. Aprendimos.

Y ahí estás, enviándome la canción más bonita que pudiste haber elegido. Escribiendo esas palabras sobre el abrazo que no nos dimos, los incendios diminutos en mis manos, las cenizas que quedaron. Sé de tu alegría a la distancia.

No hay más plan. Escribí.

"Muchos, muchos meses. Tal vez años". Dije.

September 15, 2013

Washington, DC. Segunda vez.

Nota:

Ya, por fin, me resulta evidente que este blog es una diario de viaje.

Washington, DC
Me prometí, hace, no sé, dos, tres, cuatro años, que no viajaría a otro país por ningún amor.

No pude guardar la propia promesa.

La rompí sin querer, sin darme cuenta, con cierto miedo y muchas preguntas. Tuve que tomar el vuelo, hacer la conexión, correr para no perder el avión, invertir el salario quincenal, dejar de comprar libros, música, café, cancelar las citas de varias semanas, para irle a visitar.

Pensé que no podríamos compartir tanto tiempo. Y pude, y me gustó, y quise.

Pensé que no podríamos platicar del futuro. Y pude, y me gustó, y quise.

Bailamos frente a la estatua de José de San Martín, nos sentamos en las piernas de Albert Einstein, nos explicamos la revolución bolivariana y la física nuclear, nos tarareamos canciones-dijimos poemas-plantamos besos al amanecer. Nos construimos historia. 


Hacerme saber, convencerme de esto, le costó cuatro viajes, me tomó lo mismo. Carajo.

Así se siente ser amada. Así, también, se siente amar.

"Te quiero dar muchos besos. Y abrazarte. Y sentir nuestros latidos. Eso. Y recordarte que siempre aprendemos; diario, cosas nuevas. Yo de ti. Tú de mí".


January 20, 2013

Prozac

¿Cómo exactamente se escribe sobre la depresión (dice Omar "enfermedad burguesa")? ¿Con qué palabras? ¿Con qué verbos? ¿En qué tiempo?

¿Se dice: "Sé que un día de abril no pude pararme de la cama de tal cansancio en el cuerpo, veía al cielo o al techo (no importaba ni importará), pensaba en no sé qué, pero pensaba, tragaba saliva, tensaba la garganta, apretaba los dedos de las manos. Quise quedarme en la cama para llorar más a gusto. Posteriormente intenté ir a la Universidad, pero enseguida di el primer paso, deposité la mirada en la puerta y no salí, estuve ahí, parada por un par de horas, luego volví a la cama. Lloré por horas hasta dejar de ser consciente. Así fue la primera semana en la que supe de esto, la primera en la que fue incontrolable"?

¿"Estuve frente a un lago por un día sin darme cuenta. Se hizo de noche, dejaron de pasar autobuses, vi a los patos subirse a los árboles y escuché a los grillos cantar, volteé los ojos hacia la luna, encontré detalles en ella. Me pregunté si todo esto, eso, valía la pena"?

 ¿"Esto es una enfermedad, y como tal, se cura con rutinas: son las ocho de la mañana y no quiero olvidarme de la cápsula diaria, pongo tres alarmas. Evito tomarla en público por si alguien pregunta qué es, para qué sirve, si duele, si he intentado tomar terapia. La tomo en secreto con el afán de supervivencia social, nada más. Son las diez de la noche y es lo mismo, aunque con mayor soledad y posibilidad de mentir. Es más fácil decir que son anticonceptivos, que son pastillas para el sueño, que son cualquier cosa. Por la noche casi nadie se preocupa"?

¿"Supimos que no era tristeza porque dejó de tener razón. Nunca tuvo razón. Salía con un hombre inigualable, absurdamente inmaduro, dejó preguntas, se fue con culpa. Por una semana estuve infinitamente triste. Después el sentimiento dejó de tener explicación. La tristeza se quedó, pensé que no tenía sentido, pensé en las alegrías diarias, en lo afortunada que era. Empeoraba. La tristeza, la extraña nostalgia, siempre está latente. No importa cuánto se piense, se camine, se decida salir y bailar ante el mundo"?

¿"Sé que necesito que alguien me haga reír. Sé que necesito simpleza pues ahí se encuentra la belleza más pura, tranquila, paciente. Sé que necesito escuchar voces cantar a diario. Sé que necesito que cada amanecer, alguien, quien sea, me diga en voz bajita `esto vale la pena´. Sé que el silencio es imprescindible. Sé que necesito descansar. Sé que necesito de buenas conversaciones. Sé que necesito leer. Sé que necesito comprensión cuando soy incapaz de expresar ideas por medio de palabras. Sé que ocupo mi agenda porque soy experta en el escape. Sé que prefiero estar acompañada porque espero incansablemente que, pese a no poder percibirlo, así mejore"?

¿"Dejé de escribir porque dejé de poder hacerlo y por ello, dejó de haber razón"?

¿"A veces no puedo andar sola en la bici, en el coche, tampoco por el metro, pienso en los excesos. En lo que pasaría si... Luego me detengo, luego recuerdo, luego sonrío, luego rezo tantito. Deseo con todo lo que puedo, que así como llegó, un día de abril, esto se vaya"?

July 17, 2012

Sonrisa

Estuve sonriendo un par de minutos, hubieras visto mi sonrisita inmensa, como esa que ilumina la cara de los niños cuando por fin aprenden a leer su nombre. No pude dejar de sonreír mientras pensaba en el pasado, en aquellas tardes lluviosas inundadas de agua celestial (lágrimas de Dios), el mar acaparando la tierra poco a poco, llevándosela quién sabe dónde y yo ahí: pensativa.

Estuve tan sonriente, casi-casi carcajeante. Grito a los cuatro vientos que ya puedo reírme de eso que pasó, me pasó. Me estoy riendo de forma incontrolable, incontenible, imprevista, indescriptible. Eso que pasó, ya por fin pasó.

Crecí.

Estoy riendo del domingo. Los dos abrazados medio día nada más porque sí, porque no hay explicaciones necesarias, ni cuerpos que se cansen, ni tardes que anochezcan. Se vale sonreír sólo por el tiempo compartido, las manitas acariciándose, los besos otorgados, las promesas regaladas, las mentiras calcinadas. Sonrío por las heridas verdaderas de los amores de mentira. Sonrío por las heridas de mentira de los amores de a de veras. Sonrío por las palabras. Se vale carcajearse de repente.

Por la vida misma, se sonríe. Así, con la misma sonrisa de cuando aprendí a nombrar las letras.

Crecí.

January 1, 2012

Wien, für alle

Nuestra lucha es por un techo digno, y el mal gobierno destruye nuestra casa y nuestra historia.
Nuestra lucha es por el saber, y el mal gobierno reparte ignorancia y desprecio.
Nuestra lucha es por la tierra, y el mal gobierno ofrece cementerios.
Cuarta Declaración de la Selva Lacandona, 1º de enero de 1996

Escribo el primero de enero del 2012 y es inevitable pensar en lo ocurrido hace dieciocho años. Es inevitable porque si en algo he pensado a lo largo de los últimos doce meses es en la dignidad de quienes se resisten; en la valentía de quienes son tan grandes como los enemigos que eligen.

...

Estuve en Viena hace cerca de dos meses. Escribo esto con días de tardanza. No importa. Importa el recuerdo y la necesidad de volverlo palabra. Importa lo que vi, aprendí, sentí, pienso.
Llegué con la condición de quedarme por una semana. Angelika dijo que si no veía su ciudad lo suficiente, ni siquiera pensase en visitarla, tenía razón: una a veces debe quedarse más de la cuenta, abandonar la universidad con ánimos de descubrimiento, olvidar los deberes, tomar el tren, reencontrarse con quien fuera una hermana. Le llamé una vez estando allá, pregunté por su dirección, dijo primero "Ottakring" con acento alemán, no entendí, le pedí que repitiera, dijo "Otacring" con acento inglés y tampoco entendí, le volví a pedir que lo repitiera, dijo finalmente "Otacrín" como convirtiendo un vocablo alemán al español y todo me quedó claro. Nos encontramos en la estación de metro más cercana a casa, sonreímos, nos abrazamos.

"Do not wait"
Sobre el escritorio hay libros, fotos, bolígrafos, cuadernos y una nota. No supo cómo dejar de pensar en las conversaciones que tuvieron, en sus piernas rodeando sus caderas, ni en el libro que le envió, ni en sus credenciales académicas, que si licenciado y maestro en Oxford, tampoco sabía cómo olvidar que nunca contestó el correo electrónico que le escribió. Palabras bellas, palabras sin respuesta. Entonces platicamos sobre el amor, sobre las esperas que valen la pena.
Decidimos hacer el camino bajo nuestros pasos. Schloss und Schönbrunn, el jardín, las esculturas inmensas. La constante necesidad de mostrar poder por medio de lo magnífico. Tamaños estratosféricos sobre un país diminuto, como si andáramos por un laberinto de nunca acabar: en esta Viena imperial, en la Viena del turista, es inevitable sentirse perdido, acorralado, pequeño, plebeyo. Le dije. Ella, siempre tan serena, respondió que si hay un amor que vale la pena es aquel que se le tiene al espacio y a los otros, quienes a pesar de no parecerlo, siempre seremos más grandes que cualquier edificio. Hay también sólo una espera que importa, la que termina.

Audimax
Entonces, en octubre del 2009, los estudiantes de la Universidad de Viena tomaron su Aula Magna. Reclamaban el cese del Acuerdo de Boloña, el fin de las colegiaturas, la democratización de la universidad y mayor participación estudiantil en la toma de decisiones, así como mejores condiciones laborales para los académicos e investigadores. Reclamaban, solamente, educación pública. Se quedaron en el auditorio un par de meses hasta que se cansaron, fueron yéndose a casa con nuevos amigos, viejas batallas, más experiencias.
Angelika, como pocos, estuvo ahí desde el principio hasta el fin, cuando decidió que la mera congregación de estudiantes antes apolíticos había sido suficiente: esta toma demostró que ninguna universidad, ningún edificio, por más viejo y legítimo que sea, es insuperable.

Epizentrum
Fuimos a conocer a sus amigos. Hannah es una punk con cabello corto, azulado, viste pantalones de mezclilla, chamarras de piel y varios piercings, uno en la ceja izquierda y otro en el labio inferior. No pensaría que es estudiante de Educación e Inglés, tampoco supondría que pareciendo tan frágil fuera una de las líderes estudiantiles más respetadas de la ciudad. Ha planeado y llevado a cabo la ocupación de varios edificios antes abandonados, el último tiene especial valor: está en el centro de Viena, es enorme y no fue reclamado por sus dueños, la policía no llegó a detener a nadie, no hubo golpes ni ráfagas de agua. Sí hay intentos de hacerlo un centro cultural donde quepan todos, le pregunté porqué lo hacían, qué razones tienen para tomar propiedad privada, contestó con toda convicción "Mayor debería ser nuestro derecho a tener un espacio comunitario que el del particular a tener una propiedad desocupada". Decidieron pintar el lugar, dentro hay desde frases motivacionales hasta graffitis hiperrealistas o estampas de mariposas y marxistas. Para todos, todo. Llamémoslo, llamáronlo El Epicentro.

"We live in a society that teaches don't get raped rather than don't rape"
Suelo ser parte de protestas esté donde esté. Aquí, allá, generalmente son lo mismo; nos encontramos varios, nos miramos, nos sabemos humanos, reconocemos que no estamos solos en las causas, sonreímos como si viéramos el principio de otra nueva vida. En esta caminamos cerca de mil mujeres y hombres reclamándole a una sociedad sexista, contra la corriente de la Marcha de las Putas mundial, las mujeres vienesas vistieron lo cotidiano, quizá un par se maquillaron con colores especialmente llamativos. Fuimos entre las calles angostas y los edificios antiguos, como de tiempos de reinas y príncipes, donde las voces retumban fuerte, donde las voces son especialmente valiosas porque se atreven a romper las jerarquías del tiempo. "Este espacio es nuestro, tanto como nuestros cuerpos", gritaban. Nos acompañamos desde Mariahilferstraße por Neubaugasse, Neustiftgasse, Kaisergasse hasta Wien Westbanhof, ahí nos dispersamos, nos dijimos hasta luego, supimos que nada malo tiene el vestir como queremos, decir lo que podemos, retomar la ciudad y el cuerpo que nos ha sido arrebatado.

"In questo paradise ne sopra il nuovo dì"
Recibió una herencia casi millonaria que debía ser gastada. Compró un par de departamentos, uno para ella y el otro para migrantes sin techo, es decir, no lo renta, no obtiene beneficio económico de él, no le interesa, no quiere. Consiguió una buena computadora, muchos libros, una enredadera que vive en su sala y un par de boletos para que asistiéramos a la ópera. En Viena hay dos auditorios designados a la presentación de compañías de Ópera: la Wiener Staatsoper, la Ópera Estatal de Viena, y la Volksoper Wien, la Ópera del Pueblo de Viena. Fuimos a la segunda. Vimos La Traviata. Desde lejos pudimos sentir la emoción de Violeta, con su voz inundaba todos los rinconcitos entre nosotros, nos cantaba con la tristeza de quien sabe que muere secretamente. Con la grandeza de quien combate al propio destino.
Angelika y yo somos estas dos que humanamente protestamos, gritamos, construimos, soñamos con un mundo más justo y vamos a la Ópera. No es contradictorio. Mundos, mundos, vastos mundos.

Martin y Eva
El penúltimo día que estuve en Viena fui a verles. Martin y Eva. Él, gran lector, juez de la Corte, pensador del acceso a la justicia en Austria, ella, mujer comprometida, traductora del alemán-ruso-español-inglés. Se conocieron cuando ella trabajaba para el Ministerio de Justicia, era de las pocas que podían auxiliar a los migrantes rusos en el difícil encuentro con las palabras alemanas. Interpretaba, acompañaba. Comimos carne, ensalada y puré pero recordaré con mayor felicidad las castañas que Martin cuidaba cual sí mismo. Platicamos de México, de la guerra contra el narcotráfico, de la legalización. Se pronunciaron a favor de la vida digna, del control del Estado, de la prevención, de la educación. Les conté de la marcha de mayo, del Zócalo vivo.
Tuve ganas de quedarme para que me contaran cómo fue cuando en 1974 condujeron desde Mexicali hasta Comitán, para qué me contaran de un país que no conozco. Hubo un silencio plagado de tristeza, de confusión, después reímos por nosotros, por el pasado, la belleza de nuestra cena, los días por venir. Entre esos silencios, me mostraron los ocho libros que ambos le han dibujado a su nieto, siempre he sabido que todo el amor puede esconderse bajo un garabato, estos libritos me lo recordaron. Eva, después de cien páginas y de repente, volteó hacia mí y dijo en voz bajita "Una vez anduve la vida con el puño en alto, valió la pena, tanto que no encuentro palabras en ningún idioma para expresarlo". Tan grandes como lo que combatieron.

...
Esas fueron nuestras demandas en la larga lucha de los 500 años, estas son hoy nuestras exigencias.

No recuerdo el primero de enero de 1994. Lo conocí primero por medio de las narraciones de mi padre, después fue Emiliano quien me contó cómo lo vivió, a ambos les cambió la vida. Podrían definirse a sí mismos diciendo "1994". Pienso que mi generación, los que nacimos en los 90's no tenemos un año decisivo, tal vez, sólo tal vez, el 2006, entonces nos encontramos tomando el Monumento a la Revolución. No hay comparación, no debe haberla. Va siendo hora de hacernos un año transformador, un año que nos recuerde nuestra propia inmensidad.

November 14, 2011

A casa

En Flensburg, la frontera danesa con Alemania, nos encontramos tres muchachos afganos y yo, estábamos esperando el tren a la medianoche, hacía mucho frío, tal vez la sensación térmica era de -5ºC, ellos no traían ropa adecuada, apenas andaban con una sudadera de algodón gris. Les pregunté porqué no traían maletas, dijeron "we don't do shopping" en un inglés básico. Supuse que algo estaba mal. Seguimos platicando y les pregunté si habían comido, dijeron "we don't do eating", supe que había algo triste. Les ofrecí pan y salmón, además de recuerdos, eso traía desde Berlín. Comimos los cuatro en la estación mientras esperábamos el siguiente tren a Fredericia.

Poco a poco me contaron la vida, niños de la guerra que venían de Kabul y que llegarían a Copenague. Cuatro semanas en trenes y autobuses por el mundo. Como si Copenague fuera nuestro NYC.

Subimos al tren e inmediatamente aparecieron dos policías de migración daneses, pidieron nuestros pasaportes y saqué el que mío, puse acento español. Ellos no llevaban consigo documentos.

Afuera hacía frío, no traían ropa adecuada.

Uno de los policías se sentó a nuestro lado y preguntó las edades de los niños, Ali de 16, Gibrán de 14 y Belal de 14. Les preguntó si eran afganos. Ellos respondían todo y yo era perfecta testigo.

Pasó una hora en Flensburg, el tren se retrasó y perdí mi tercer viaje de camino a casa. Pero se retrasó por algo sencillo y sensible, por el respeto al cuerpo de los otros: el segundo policía había ido por abrigos para los niños afganos, migrantes ilegales, daños colaterales de otra guerra. Volvió con los abrigos, los niños se los pusieron y no sé a dónde se fueron, pero siquiera en medio de todo, de la noche, de la incertidumbre, de la infancia que quería llegar a Copenague, no tenían frío.

Siquiera esa noche, estuvieron abrigados por quienes menos esperaban, unos policías de migración. Así, a veces, es Dinamarca.

October 26, 2011

Kok Antiquariaat


Ahí estuvimos, las dos en Amsterdam diciéndonos que el México al que volveremos no es el México que dejamos hace cinco años cuando nos fuimos a estudiar al extranjero. Este México parece tener el miedo que no tuvieron quienes ocuparon Reforma o quienes anduvieron en la Otra Campaña. Dejamos atrás tiempos en los que ser joven era sinónimo de libertad, pasaron los días en los que los jóvenes de secundaria no tenían que tirarse al piso para salvar la vida. Hablamos como si fuésemos dos viejas nostálgicas, no es nada más que tantas transformaciones en tan pocos meses. El México de hace cinco años se esfumó muy rápido y sin previo aviso, por ello duele, por eso nos lo teníamos que contar.

Amsterdam nos vio decirnos cuanta esperanza se nos ha ido a cada respiro. El maratón internacional me dio una gran bienvenida recordándome de qué somos capaces, mil, diez mil corredores de todo el mundo andando a toda velocidad esperando los aplausos en cada esquina. Vi cómo los holandeses dan ánimos a sus corredores con música de Elvis Presley y mallones rosas, bailan y cantan porque el sol se los permite, porque no hay nada qué temer.

Elba y yo platicamos de esto, del futuro, de los recuerdos que nos darán vida, la memoria es lo que nos queda al final. Caminamos entre deportistas y canales conversando sobre la posibilidad de rebelarnos despacito y el significado cotidiano del ser radical. ¿Qué es ser radical? Además de gritar por el Eje Central o silenciarnos para crear unidad, tomar las calles, decidirse a prometer nunca ser burócrata porque así dijeron nuestros padres: combatirían al sistema desde dentro. Así dijeron nuestros amigos y hénos aquí. Ser radical, quizás, es reencontrar la esperanza y aceptar que fuimos nosotros los culpables de que se nos escapara.

Es tirar un semestre de universidad, irse al norte o al sur, pero irse. Es, como Amsterdam, tomar decisiones de tajo. O como aquel viejo al lado de un canal (no sé cuál, no importa el nombre) que fumaba un porro mientras jugaba con sus hijas a las escondidas, contaba mientras ellas se ocultaban tras los árboles. El porro era lo de menos, porque ponía atención, porque estaba ahí, jugando, haciéndose chiquito ante ellas, riéndose, siendo buen padre, rompiendo el halo en torno a la marihuana. Ser radical, tal vez, es recordar a cada acción que siempre seremos más que lo que consumimos.

Saber, estar consciente de que somos más que nuestro empleo. La tienes detrás de un vidrio semidesnuda, usa medias de red y sostén negro; con la mano izquierda te invita a pasar, mueve el dedo índice como diciéndote que el tiempo no espera, que no tiene sentido dudarlo, que nadie más que ella puede verte. Te conoce bien, no pasarás. Entonces vuelve a su silla, se acomoda el cabello y sonríe. No recordarás su cuerpo, sus senos al descubierto ni sus piernas largas y blancas, recordarás sus labios rojos esbozando complicidad. Ser radical, quizás, es plantarse frente al mundo pareciendo vulnerable pero mostrando enorme dignidad.

Es ser la calma entre el bullicio, la librería de joyas del S. XIX, donde además se albergan litografías sin firma que retratan los atardeceres holandeses, copias de grabados de Rembrandt. Cristo en la tormenta en el lago de Galilea. Manuales para la revuelta de 1968 en inglés, francés, español, idiomas que no son holandés. Postales enviadas de todo el mundo con imágenes de libros, sólo libros. Ser radical es ser el oasis, como lo es la Kok Antiquariaat en el Distrito Rojo. Retar al espacio, a los vecinos, a lo que el turista espera, arriesgarse a seguir contrastando. Ser radical es ser valiente; como la librería, el papá que fuma marihuana, la prostituta, todos aquellos que jamás serán reconocidos pero que sin miedo y con coraje por ellos, por otros, andan, siguen andando.

August 5, 2011

Islandia



Islandia
Eugenio Montejo

Islandia y lo lejos que nos queda,
con sus brumas heladas y sus fiordos
donde se hablan dialectos de hielo.

Islandia tan próxima del polo,
purificada por las noches
en que amamantan las ballenas.

Islandia dibujada en mi cuaderno,
la ilusión y la pena (o viceversa).

¿Habrá algo más fatal que este deseo
de irme a Islandia y recitar sus sagas,
de recorrer sus nieblas?

Es este sol de mi país
que tanto quema
el que me hace soñar con sus inviernos.
Esta contradicción ecuatorial
de buscar una nieve
que preserve en el fondo su calor,
que no borre las hojas de los cedros.

Nunca iré a Islandia. Está muy lejos.
A muchos grados bajo cero.
Voy a plegar el mapa para acercarla.
Voy a cubrir sus fiordos con bosques de palmeras.

...
Alguien ya describió Islandia mejor de lo que yo alguna vez pude hacerlo.

July 31, 2011

Futuro inmediato

Iré a Washington a ver a los amigos de hace tres años. Quiero ver a Amanda y platicar de lo que hemos aprendido, a Nadine y contarle lo que ha pasado, a Iñaki y escucharle. Encontraré a Melina, será tan bello como siempre. Recordaré que alguna vez todos fuimos buenos amigos. And I will ask:
"Remember, remember that 1st of September?
We were there, all around,
breathing Mumbai.
We didn't know
what we know now
don't ask why
we were young
not that we are old
but we have grown".
Después, en agosto 15, estaré en Islandia. Quiero caminar por Rejyavik. Saber si es tan frío como me han dicho, repetirme hasta el cansancio que no cualquiera puede escapar tan lejos ni tan contento. Veré la nieve y en ella se reflejará el mundo.
Vendrá Aarhus en agosto 17. Sabré que es el principio.

June 5, 2011

Es que últimamente me molesta el silencio

"¿Aura, qué tipo de música te gusta?
-No es que me guste la música- Nada."
Y pensé en las notas, en cada una de ellas, en cómo se van juntando tan naturalmente. Pensé en lo que pueden significar y en los silencios que se esconden entre ellas. Me acordé del chello, del Conservatorio, de aquellos días.
Decidí hacer un blog para Aura y para mí, ponerle música y explicaciones.

April 25, 2011

Del pasado

I hate love.
Love.
(Atenea Rosado. April 8th at 3.12am)
How are you?
(Atenea Rosado. April 18th at 12.43am)
There is something I realised I never told you.
(Yaaseen Atchia. April 22nd at 3.33pm)
Thank you.
(Yaaseen Atchia. April 22nd at 3.33pm)

April 10, 2011

Observación participante

Cerca del mediodía, los catrines, charros, chinas poblanas, payasos (muchos payasos), botargas de Mickey Mouse, de Winnie Pooh, del Dr. Simi, las mujeres, hombres, jóvenes, niños sin disfraz, la niña con una capa de Harry Potter, la muchacha en bikini con cabello de Medusa, el niño con una máscara de Darth Vader, recorren las calles de los siete barrios. Andan bailando por que detrás de ellos viene una banda de música oaxaqueña, toca sin ton ni son por varios minutos, los instrumentos hacen puro ruido y los payasos pitan sus diez mil silbatos. De repente, los músicos retoman la melodía y pareciera que no necesitan ponerse de acuerdo para saber cuál es la siguiente nota, tocan la Canción Mixteca, es entonces cuando la multitud enmascarada decide callarse y moverse al ritmo de lo que viene detrás y delante suyo: los otros.

April 7, 2011

Abril 6 del 2011

Quería encontrarme con Carlos y Gabriel, éso hice, iban de blanco y tan preparados. Yo no tanto, noté que he perdido cierta emoción de marcha. Caminamos entre los de Atenco, quienes tenían machete en mano, gritaban consignas contra Peña Nieto, contra el aeropuerto, los inconcientes, los violadores, los impunes y el capitalismo, a Carlos le daba miedo y se alejaba, luego volvía, pensaba, observaba.
Nos acercamos a la multitud, donde había señoras con carrreolas, ancianos de guayabera, hipsters en bicicleta. Anduvimos flotando entre varios grupos, atravesamos lo inimaginable: electricistas, sorjuanistas, abogados, ambientalistas, itamitas, twitteractivistas, señoras de minifalda, oficinistas, ccheros, un par de policías. Esa marcha fue diversa. Fue generosa. Fue tranquila y pacífica.
En el Zócalo se leyeron varios poemas, la gente lloró. Los hombres se limpiaban las lágrimas lentamente, las señoras les besaban. Esa marcha fue sobre todo bella.
A los tres se nos enchinaba la piel con algunas palabras: Paz, hartazgo, cansancio, indignación. Los muertos son de todos, la guerra es de nadie. No sabíamos bien qué hacer... Así que nos abrazamos e hicimos lo que siempre debe hacerse: ofrecer nuestro silencio a cambio de que no se calle más. Escuchar, sólo escuchar.

April 5, 2011

Silence is around me

Porque al final, solo entre el silencio retiemblan las palabras. Palabras al azar. Tan pulcras y sinceras. Palabras al azar. Silencio, música, esperanza, fe, libertad, amistad, los ideales, el ideal, las promesas, reír, jugar, andar, enseñar, aprender, compartir, crecer, querer, soñar, conocer, boca, beso, labios, lenguas, cuerpo, calor, temblar, mar, felicidad, cantar, miradas, pestañas, piel, espalda, cabello, valentía, fuego, viento, sol, lluvia, entrañas, dolor, honestidad, neutralidad, envidia, enfermedad, cansancio, soledad, miedo, suplicar, muerte, invierno, olvido, noche, luna. Ahora, mañana. Amor, la vida. Palabras al azar.

April 3, 2009

Sinking sand (unos cachitos)

by Aditi Pinto
The world is full of elephant stampedes that have dented its surface in so deep. You may call it a rat race but I think the size of it is far bigger than the damage done by a small rodent. Its mammoth sized. Things will only change when pigs fly. And only those people who can unload the heaviness of their existence and spread their wings will be untouched by the stampede. They will be carried further by the wind currents, and stirred up by the movement.
Existence is mere. A stonewall, a glass of milk, untouched. To have our name on paper, on a street sign, newspaper headline or celestial body is insignificant. If the only roads we walk on are the ones made of tar or cobblestones that were built by construction workers on a sunny afternoon, we will never truly reach anywhere. And if we all walk down the same roads, chances are it will be too crowded to move.
...
So she walked. She walked on the walls of people’s houses, like a lizard slowly yet stickily makes its way. She peered downwards wondering why everyone had these huge barriers if they were doing nothing interesting behind them. People sat on their chairs outside and read the newspaper or wrote words frantically in a notebook. She saw boredom. If this was all they did all day, why did they hide it from everyone else?
“ I know you’re pretending to be special, Mr. Shah,” she called down to her grumbling neighbour who sat outside the top two buttons of his shirt undone revealing a forested chest. Maybe he did have something he ought to be hiding.
...
She grew up at her own pace. Her own space.

I´m just sharing. Making public her talent. Missing India a bit... Waiting Aditi to appear.

February 26, 2009

Academia de Belleza

Ella de blusa amarilla grecada. Blusa traída desde Johanesburgo por su padre. Grecas hechas por alguna mujer exotificada. Pantalón negro entubado. Pantalón mil veces remendado por su madre. Tenis grises, aretes de frijol peruano y cabello como siempre, despeinado en lo alto.

La otra ella de blusa verde a rayas blancas, más bien blanca a rayas verdes. Rayas similares a las de cualquier cebra, tigre o pez. Pantalón bombacho de mezclilla azul, de esos que aparentan ser de segunda mano pero no esconden su pretencioso origen. Zapatos rojos con agujetas inamarrables violeta. Sin aretes, en Noruega la feminidad depende de otras herramientas. Cabellos libres al viento.

La última ella quisiera estar desnuda. No obstante, se cubre con una sudadera gris, pantalones sepia abotonados por doquier, tenis obscuros y calcetas evidentemente largas. Bolso índigo con letras celeste, éstas escriben Wien Universitat. Cámara en mano. Cabello rubio y corto. Anteojos de fantasía.

Él viste un sweater negro colorido. Pantalón azul. Los mismos tenis de siempre. Cuello ancho y atractivo, él no lo ha notado. Parecería desabrigado si no tuviera tan larga cabellera, varios tonos se asoman de su cabeza: amarillo, rojo y café. Es medianamente impresionante. Los trozos amarillos tienden a rizarse, los demás a alborotarse.

Ella, la otra ella, la última ella y él caminan por las calles de Gante en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Tarde fría y airosa pero amena. Gente tomando té en los cafés de alrededor. Hombres viejos exhalando círculos de humo. Actor inmóvil sometido a la caridad del espectador. Joven sentado debajo de un árbol leyendo a Cortázar por Alfaguara. Éste último sujeto es importante en el escenario imaginativo.
Los personajes principales se introducen a un edificio poco prometedor al lado de una iglesia bautista. En el primer piso un negocio dedicado a la venta de baterías, relojes, radios y tacos. Escaleras. Academia de belleza multipremiada en concursos internacionales. Se sugiere a la clientela no haber consumido drogas o alcohol antes de someterse al corte gratuito. Seis sillas de jardín incitan a las ellas a tomar asiento, el él se ve perturbado y se coloca junto a ella. Ella toma su mano y le dice que le seguirá queriendo pese a cualquier cambio, él la abraza. Él entra a la academia mientras ellas examinan el lugar. Escaleras. Aburrida sex shop. Escaleras. Academia de belleza y sillas otra vez. Silencio cómodo por diez minutos.

El hombre aparece, del brazo una mujer. Se sientan. Hombre carga consigo unas bocinas enormes. Ella supone que es vendedor de discos compactos, la otra ella está de acuerdo, a la última ella le preocupa cómo se sentirá el él sin su abrigo. De fondo, cumbia tecno japonesa, ésta emana del quipo de sonido del hombre. La otra ella y última ella fingen cantar en japonés, ella no para de reír. Hombre se ve molesto. Todas ellas dejan de burlarse y planean pedirle que cambie de música. No saben cómo hacerlo. Ella le termina preguntando si en su haber cuenta con algo de Cafe Tacuba, a la otra ella le pone de buen humor cantar sobre el olvido y la nostalgia. El hombre dice que no, que sólo tiene arte divertida y que seguramente ella es muy fresa para gustar de su colección. El hombre está en lo correcto. Ella sólo tiene en mente que el hombre está pelón, afuera de una academia de cortes gratuitos, que tiene tatuado en el cráneo “LUpe” y que dentro de su mochila oculta más de quince cd´s. Hombre interrumpe sus pensamientos y comienza a cantar Vasos Vacíos. Ella se une al coro de la mujer y el hombre. Las otras ellas reanudan el canto japonés. Todos sonríen y saben que es un momento especial.

Pese a la surreal situación, ella solamente piensa en porqué el hombre tiene tatuado “LU” en mayúsculas y “pe” en minúsculas. Ella sigue cantando y le nacen ganas de preguntarlo todo, no se atreve. Matador le sigue a Celia Cruz, ahora el coro es de ellas, la mujer y el hombre. Los cinco se encuentran felices, agradecen coincidir. El hombre se emociona y le comenta a ella que gusta de hip hop con temática política. Toca una canción sobre la guerrilla. Ella recuerda a un amigo brevemente apasionado a la dramaturgia y a este sonido. Comienza a escribir la historia en su imaginación, se la enviará esa misma noche. Lo realmente malo es que ella tiende a escribir pensando en el amor y esta supone ser una historia cómica. Suspiros.

Él sale desnudo y ellas saben que el Servicio Militar es una tontería. Afortunadamente, él sigue siendo el mismo él. Sonríen y salen despidiéndose del hombre y la mujer.

Escaleras.

Calle de Gante. Juegos juveniles que burlan la fealdad.

Ella decide conversar con el sujeto lector de Cortázar. Nada. Regresará a escribirle a su viejo y distante amigo. Está cansada. Las otras ellas no la entienden y el él no ha sido del todo informado. Lo mejor es despedirse.

Silencio cómodo. Suspiros. Canto japonés.

July 1, 2008

Una historia de amor. Martha de Dueñas

Amado, cuéntame una historia larga de muchas gentes.
No.
Cuéntame una historia corta de ti.

April 23, 2008

It will be our secret.

A. I want to tell you a secret, a big secret. Promise you will keep it?
B. Yes. Almost everything between us is a secret.
A. True... I feel there is something burning my feet. I´m not sure what it is.
B. Might be the floor. The sun warms it.
A. No, it is coming up. It hurts a lot.
B. It may be you are sick. You have been doing too much Art and Philosophy.
A. The IB obligated me. I didn´t want. Anyways I´m sure it is something else.
B. Love?
A. No, it cannot be love. Love does not hurt, I guess... Love made me feel happy.
B. But there are different kinds of love. Right?
A. Angelika says that when you love someone you just know you do. This cannot be love then because it confuses me. It really hurts now, there is something inside my stomach.
B. Your hair smells like cherries.
A. Toda tú hueles a cerezas.
Silence
B. What is it then?
A. Too much of your company. Perhaps getting too close is not good.
B. We have been friends for two years, we live together, we sleep together, we do everything next to each other. It is natural.
A. No, it is not. Not in this way, I mean, no.
B. Why not facing it? She caught us the other day. There is nothing wrong with it. Right?
Silence
A. Tus manos de verdad huelen a cerezas. Toda tú hueles a fresas y cerezas. I will tell you there is nothing wrong with it. I´m not sure. Is it right?
B. If it is natural then it is.

Then my two best friends came to tell me that they have loved each other for the last three months. Big silence. I am happy. It liberates them. It was natural. It is beautiful. It must hurt but that is the beauty of it. Three months...
"Be with us Atenea" was the only thing they said. I will pretend I understand how it feels to be the subject of conversation. No sé. Les diré que no es una o la otra, sino que ambas huelen a fresas y cerezas.

April 15, 2008

Aún sin título.

Yesterday midnight I found a picture with a message. Someone wrote a weird spontaneous poem for me.

Untitled...

A trunk full of history
A planet full of mistery
A novel full of frustrations
A magazine full of colourful pictures
A winding street full of discssions
A blanket full of toys
A mouth full of joys
A meal full of chocolate
A night without sleep
How much of sunshine
can one raindrop keep?


Ayer llegué a casa y me encontré con un mensaje escrito en una foto. Parece ser que alguien me escribió un poema raro y espontáneo. Esta es una pésima traducción pero bueno...

Sin Título

Un baúl lleno de historia
Un planeta lleno de misterio
Una novela llena de frustraciones
Una revista llena de coloridas imagenes
Una rocosa calle llena de discusiones
Una sábana llena de juguetes
Una boca lleno de alegrías
Un platillo lleno de chocolate
Una noche sin dormir
¿Cuánto del sol
puede conservar una gota de lluvia?


Eso si que fue verso libre. No me quejo. Ya es suficiente con que a alguien inspire. Esta es la explicación número 345678 al porqué me gusta la vida.