Mi casa es la fortaleza de sus brazos, la alegría de sus piernas, los lunares en su estómago, los árboles de su espalda y el mundo que se hace en su mirada (ojitos como dos gotas de agua).
Mi casa es su lenguaje.
Mi casa es el idioma mutuo del llanto.
Mi casa es nuestra historia de ciudades, viajes y años.
Casa es el sabor a café, cous cous, té de China.
Familia es no saberse sola.
Familia es comprender que, un día, de repente, los caminos se encuentran (en Seattle, Portland, Durham, Porto, Lisboa, Maputo. Todos los caminos llevan a Maputo).
Amor es llegar a casa.
Amor es necesitar que a una le pregunten: "¿Quieres ser mi familia, habitar conmigo una casa?"
Amor es contestar que sí, sí, cómo no, con todo y todo, siempre sí, si-no-lo-decías-tú-lo-decía-yo.
Amor es acomodar todas las fotos, los libros, las sábanas, los zapatos, los recuerdos, una misma, antes de mudarse.
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June 30, 2014
Casa
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May 13, 2014
Tu Ciudad de México
Recordé esa vez que tu amiga me preguntó cuál era mi plan contigo.
"Muchos, muchos meses. Tal vez años". Le dije.
Y aquí me tienes, miles de días después, esperando o no. Tomándolo con calma. Dibujándote una sonrisa porque, por el momento, es lo que puedo hacer. Compartiéndote las palabras y madrugadas porque son mi única pertenencia. Escribiéndote una notita en secreto, en impulso, una nota con el Che Guevara en la esquina superior derecha, debe ser de la suerte, de la pertinencia, de algo, quince palabras que son una carta. Dedicándote canciones que sólo tú entenderías porque no hay mejor lenguaje que el indirecto.
Te dije que seguiría, en otros cuerpos y figuras, seguiría.
Entre lo que fuimos y somos han habido incontables kilómetros, almohadas y tulipanes. Esto que somos, no fuimos. Aprendimos.
Y ahí estás, enviándome la canción más bonita que pudiste haber elegido. Escribiendo esas palabras sobre el abrazo que no nos dimos, los incendios diminutos en mis manos, las cenizas que quedaron. Sé de tu alegría a la distancia.
No hay más plan. Escribí.
"Muchos, muchos meses. Tal vez años". Dije.
"Muchos, muchos meses. Tal vez años". Le dije.
Y aquí me tienes, miles de días después, esperando o no. Tomándolo con calma. Dibujándote una sonrisa porque, por el momento, es lo que puedo hacer. Compartiéndote las palabras y madrugadas porque son mi única pertenencia. Escribiéndote una notita en secreto, en impulso, una nota con el Che Guevara en la esquina superior derecha, debe ser de la suerte, de la pertinencia, de algo, quince palabras que son una carta. Dedicándote canciones que sólo tú entenderías porque no hay mejor lenguaje que el indirecto.
Te dije que seguiría, en otros cuerpos y figuras, seguiría.
Entre lo que fuimos y somos han habido incontables kilómetros, almohadas y tulipanes. Esto que somos, no fuimos. Aprendimos.
Y ahí estás, enviándome la canción más bonita que pudiste haber elegido. Escribiendo esas palabras sobre el abrazo que no nos dimos, los incendios diminutos en mis manos, las cenizas que quedaron. Sé de tu alegría a la distancia.
No hay más plan. Escribí.
"Muchos, muchos meses. Tal vez años". Dije.
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February 1, 2014
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February 8, 2013
Un pretexto para saludarte, Juan Carlos
Te diré algo, le dije, pero tienes que creerlo. Es verdad. Hoy, exactamente hace diez años, murió Augusto Monterroso. No lo sabía. Me enteré porque de pronto se me vino a la mente El dinosaurio. Quería ponerlo en un papel. No sé por qué. Sólo me vino a la cabeza y sentí la necesidad de escribirlo. Luego quise ver su foto, y luego su fecha de nacimiento y por último el día de su muerte. Todos morimos, pensé. Puedo asegurarte que no conocía, hasta hoy, la fecha de su muerte. Apenas recuerdo una imagen caricaturesca de su triste rostro puesto en un viejo libro, en donde decía que él, ese Monterroso caricaturesco aparecido en un pequeño cintillo, había nacido en 1921, que había escrito El dinosaurio, que era el cuento más corto escrito en lengua española, y que decía que Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. Pero jamás vi, te lo aseguro, esa otra fecha, la de su deceso, y que como bien sabes, porque hoy lo vives, marca el término del camino. No aparecía porque hoy, es decir, hace unos minutos, sé que él, Monterroso, seguía con vida, a pesar de que todo en la caricatura sugería que había muerto al menos una década atrás. Sólo quiero decirte que quizás un día, justo en medio de esta clase de casualidades de las que siempre hemos vivido rodeados, que nos acompañarán siempre, quedándose aun cuando te hayas ido, y que han llegado a atormentarte porque terminan, como dices y sin duda comprobaste ya, operando en contra de ti y no en favor tuyo, despierte y todavía sigas allí. Quizás seas mi dinosaurio monterrosiano y mi caricatura anacrónica de una muerte que pese a todo, incluida tu más absoluta resignación, sólo pueda confirmarse en el futuro.
Emilio Santamaría
Emilio Santamaría
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January 20, 2013
Prozac
¿Cómo exactamente se escribe sobre la depresión (dice Omar "enfermedad burguesa")? ¿Con qué palabras? ¿Con qué verbos? ¿En qué tiempo?
¿Se dice: "Sé que un día de abril no pude pararme de la cama de tal cansancio en el cuerpo, veía al cielo o al techo (no importaba ni importará), pensaba en no sé qué, pero pensaba, tragaba saliva, tensaba la garganta, apretaba los dedos de las manos. Quise quedarme en la cama para llorar más a gusto. Posteriormente intenté ir a la Universidad, pero enseguida di el primer paso, deposité la mirada en la puerta y no salí, estuve ahí, parada por un par de horas, luego volví a la cama. Lloré por horas hasta dejar de ser consciente. Así fue la primera semana en la que supe de esto, la primera en la que fue incontrolable"?
¿"Estuve frente a un lago por un día sin darme cuenta. Se hizo de noche, dejaron de pasar autobuses, vi a los patos subirse a los árboles y escuché a los grillos cantar, volteé los ojos hacia la luna, encontré detalles en ella. Me pregunté si todo esto, eso, valía la pena"?
¿"Esto es una enfermedad, y como tal, se cura con rutinas: son las ocho de la mañana y no quiero olvidarme de la cápsula diaria, pongo tres alarmas. Evito tomarla en público por si alguien pregunta qué es, para qué sirve, si duele, si he intentado tomar terapia. La tomo en secreto con el afán de supervivencia social, nada más. Son las diez de la noche y es lo mismo, aunque con mayor soledad y posibilidad de mentir. Es más fácil decir que son anticonceptivos, que son pastillas para el sueño, que son cualquier cosa. Por la noche casi nadie se preocupa"?
¿"Supimos que no era tristeza porque dejó de tener razón. Nunca tuvo razón. Salía con un hombre inigualable, absurdamente inmaduro, dejó preguntas, se fue con culpa. Por una semana estuve infinitamente triste. Después el sentimiento dejó de tener explicación. La tristeza se quedó, pensé que no tenía sentido, pensé en las alegrías diarias, en lo afortunada que era. Empeoraba. La tristeza, la extraña nostalgia, siempre está latente. No importa cuánto se piense, se camine, se decida salir y bailar ante el mundo"?
¿"Sé que necesito que alguien me haga reír. Sé que necesito simpleza pues ahí se encuentra la belleza más pura, tranquila, paciente. Sé que necesito escuchar voces cantar a diario. Sé que necesito que cada amanecer, alguien, quien sea, me diga en voz bajita `esto vale la pena´. Sé que el silencio es imprescindible. Sé que necesito descansar. Sé que necesito de buenas conversaciones. Sé que necesito leer. Sé que necesito comprensión cuando soy incapaz de expresar ideas por medio de palabras. Sé que ocupo mi agenda porque soy experta en el escape. Sé que prefiero estar acompañada porque espero incansablemente que, pese a no poder percibirlo, así mejore"?
¿"Dejé de escribir porque dejé de poder hacerlo y por ello, dejó de haber razón"?
¿"A veces no puedo andar sola en la bici, en el coche, tampoco por el metro, pienso en los excesos. En lo que pasaría si... Luego me detengo, luego recuerdo, luego sonrío, luego rezo tantito. Deseo con todo lo que puedo, que así como llegó, un día de abril, esto se vaya"?
¿Se dice: "Sé que un día de abril no pude pararme de la cama de tal cansancio en el cuerpo, veía al cielo o al techo (no importaba ni importará), pensaba en no sé qué, pero pensaba, tragaba saliva, tensaba la garganta, apretaba los dedos de las manos. Quise quedarme en la cama para llorar más a gusto. Posteriormente intenté ir a la Universidad, pero enseguida di el primer paso, deposité la mirada en la puerta y no salí, estuve ahí, parada por un par de horas, luego volví a la cama. Lloré por horas hasta dejar de ser consciente. Así fue la primera semana en la que supe de esto, la primera en la que fue incontrolable"?
¿"Estuve frente a un lago por un día sin darme cuenta. Se hizo de noche, dejaron de pasar autobuses, vi a los patos subirse a los árboles y escuché a los grillos cantar, volteé los ojos hacia la luna, encontré detalles en ella. Me pregunté si todo esto, eso, valía la pena"?
¿"Esto es una enfermedad, y como tal, se cura con rutinas: son las ocho de la mañana y no quiero olvidarme de la cápsula diaria, pongo tres alarmas. Evito tomarla en público por si alguien pregunta qué es, para qué sirve, si duele, si he intentado tomar terapia. La tomo en secreto con el afán de supervivencia social, nada más. Son las diez de la noche y es lo mismo, aunque con mayor soledad y posibilidad de mentir. Es más fácil decir que son anticonceptivos, que son pastillas para el sueño, que son cualquier cosa. Por la noche casi nadie se preocupa"?
¿"Supimos que no era tristeza porque dejó de tener razón. Nunca tuvo razón. Salía con un hombre inigualable, absurdamente inmaduro, dejó preguntas, se fue con culpa. Por una semana estuve infinitamente triste. Después el sentimiento dejó de tener explicación. La tristeza se quedó, pensé que no tenía sentido, pensé en las alegrías diarias, en lo afortunada que era. Empeoraba. La tristeza, la extraña nostalgia, siempre está latente. No importa cuánto se piense, se camine, se decida salir y bailar ante el mundo"?
¿"Sé que necesito que alguien me haga reír. Sé que necesito simpleza pues ahí se encuentra la belleza más pura, tranquila, paciente. Sé que necesito escuchar voces cantar a diario. Sé que necesito que cada amanecer, alguien, quien sea, me diga en voz bajita `esto vale la pena´. Sé que el silencio es imprescindible. Sé que necesito descansar. Sé que necesito de buenas conversaciones. Sé que necesito leer. Sé que necesito comprensión cuando soy incapaz de expresar ideas por medio de palabras. Sé que ocupo mi agenda porque soy experta en el escape. Sé que prefiero estar acompañada porque espero incansablemente que, pese a no poder percibirlo, así mejore"?
¿"Dejé de escribir porque dejé de poder hacerlo y por ello, dejó de haber razón"?
¿"A veces no puedo andar sola en la bici, en el coche, tampoco por el metro, pienso en los excesos. En lo que pasaría si... Luego me detengo, luego recuerdo, luego sonrío, luego rezo tantito. Deseo con todo lo que puedo, que así como llegó, un día de abril, esto se vaya"?
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January 12, 2013
Depresión crónica
Abril 2011- Presente
Esto.
Aaron Swartz
Surely there have been times when you’ve been sad. Perhaps a loved one has abandoned you or a plan has gone horribly awry. Your face falls. Perhaps you cry. You feel worthless. You wonder whether it’s worth going on. Everything you think about seems bleak — the things you’ve done, the things you hope to do, the people around you. You want to lie in bed and keep the lights off. Depressed mood is like that, only it doesn’t come for any reason and it doesn’t go for any either. Go outside and get some fresh air or cuddle with a loved one and you don’t feel any better, only more upset at being unable to feel the joy that everyone else seems to feel. Everything gets colored by the sadness.
At best, you tell yourself that your thinking is irrational, that it is simply a mood disorder, that you should get on with your life. But sometimes that is worse. You feel as if streaks of pain are running through your head, you thrash your body, you search for some escape but find none. And this is one of the more moderate forms. As George Scialabba put it, “acute depression does not feel like falling ill, it feels like being tortured … the pain is not localized; it runs along every nerve, an unconsuming fire. … Even though one knows better, one cannot believe that it will ever end, or that anyone else has ever felt anything like it.”
The economist Richard Layard, after advocating that the goal of public policy should be to maximize happiness, set out to learn what the greatest impediment to happiness was today. His conclusion: depression. Depression causes nearly half of all disability, it affects one in six, and explains more current unhappiness than poverty. And (important for public policy) Cognitive-Behavioral Therapy has a short-term success rate of 50%. Sadly, depression (like other mental illnesses, especially addiction) is not seen as “real” enough to deserve the investment and awareness of conditions like breast cancer (1 in 8) or AIDS (1 in 150). And there is, of course, the shame.
So I hope you’ll forgive me for not doing more. And hey, it could be worse. At least I have decent health insurance.
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December 25, 2012
Farewell
Entre la Ciudad de México y Washington DC hay cerca de 3034 kilómetros en línea recta.
Se puede ir:
En avión, bus, bici.
As soon as it gets hard,
remember,
no estás solo(a)
todo mejora siempre
estoy(estás) espera(á)ndo(me).
En estas palabras ha habido acciones.
En estas palabras hay más que promesas.
Se puede ir:
En marzo, mayo, junio, diciembre.
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Promesas por cumplir,
USA
September 18, 2011
Lo que me enseñó mi padre
"Te estoy escribiendo hoy 15 de septiembre en una fecha especial, la Independencia de este país, pero sirva esto para recordarte que aunque la patria es importante, esta se lleva dentro y no hace falta ningún jolgorio ni territorio; te puedo yo servir de ejemplo, soy parte de una nación que ya no existe excepto en mi cabeza, memoria y nostalgia. Esto que ahora vemos es casi una pesadilla, donde el Narco-Estado, campea y tiene su hábitat. Hoy hasta las 8.25 de la noche no había cambios y sólo un milagro ocasionará que Peña Nieto no arrase en las elecciones de julio, sólo la memoria ayudará a que no elijamos al PRI, sólo la conciencia nos hará elegir una alternativa al PAN, sólo el sentido común nos llevará más allá que el PRD. No te mereces este país, llévate a la patria contigo".
Arturo Rosado, Ciudad de México, 15 de septiembre
Arturo Rosado, Ciudad de México, 15 de septiembre
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Me dijeron,
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Traumas Clasemedieros.
September 11, 2011
Islandia (2)

Es como llegar al fin del mundo, o al principio. No se sabe.
Bajé del avión con ganas de explorar lo más que pudiese, anduve a pie por varios minutos, paseé por el aeropuerto buscando un mapa de Rejyavik, pensé que tal vez habría algún autobús que me llevase al centro de la ciudad, observé a los islandeses que atendían el duty free, a los policías, a los meseros, todos son tan iguales: Bellos. Yo tan ilusa, no había mapa de la ciudad, tampoco autobús que me acercara al centro. Fallé en mi búsqueda pero descubrí que el islandés, tanto como el hindi son ajenos al español, al inglés, al danés, a cualquier idioma que hubiese visto antes. Pequeño idioma hablado por 300 mil personas, olvidado del mundo, en el horizonte del oceáno. Diminuta isla olvidada por cualquier libro de Geografía, Islandia a la distancia.
El frío islandés me inundó los pulmones enseguida salí del avión. Avión desde el cual vi pedacitos de hielo flotar por el mar, se miraba a la tierra deshacerse desde allí arriba, como si todo viajase al sur lentamente, por un minuto (o una hora, no sé) escuché a los glaciares perder metros de sí. Recordé el sonido del hielo caer, como aquella vez que escalamos una montaña en los Himalayas, enormes bloques blancos caían del cielo como si mi mundo terminara de repente, así Islandia desde el aire, cayéndose despacio, dándose al océano. Estábamos a 6ºC pero la sensación térmica era de -10ª, me abrazaba para darme calor, recordarme que pese a estar tan sola allí, no lo estoy aquí. Recordar que hay promesas que nunca se cumplen, como los viajes a Islandia. Abrazándome porque tenía frío, porque no había nadie más.
Fui a ver el océano, siempre me ha gustado ir a la costa sólo para ver arena, para ver el romance de la tierra con el agua, este ir y venir de las olas que pocas veces penetran con entereza a la playa, el juego del agua que finge ser fuerte y es rota enseguida encuentra una barrera. El juego del cortejo. Fui para saber si desde allí podría ver al mundo entero, para algún día contar qué se ve desde la costa islandesa, cómo son las nubes del norte. Me encontré sentada en una banca de madera viendo al mar, sintiendo al viento jalarme hasta el agua, llevarme a fuerza mientras me gritaba que en Islandia, la gente recuerda que es casi nada, por que el viento, el agua, las nubes, las gaviotas enormes, los glaciares al derretirse y los volcanes al calentarse lo son todo.
Dijo Lonely Planet que fuera a la Laguna Azul, que caminase hacia los volcanes, que comiera paté de tiburón. Dijeron que fuese turista en Islandia. Pensé yo que esta vez iría a Islandia solamente a respirar, pensar, ver que hay antes del poema, otra vez regresaría por un par de meses: acompañada. Por que sabía que el frío me contagiaría de tristeza, nostalgia, recuerdos, momentos perdidos, miedos; qué mejor, así comienza y termina la vida y el mundo. A sabiendas de que siempre hay pedacitos de hielo y de tierra arrojándose al océano.
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August 5, 2011
Islandia

Islandia
Eugenio Montejo
Islandia y lo lejos que nos queda,
con sus brumas heladas y sus fiordos
donde se hablan dialectos de hielo.
Islandia tan próxima del polo,
purificada por las noches
en que amamantan las ballenas.
Islandia dibujada en mi cuaderno,
la ilusión y la pena (o viceversa).
¿Habrá algo más fatal que este deseo
de irme a Islandia y recitar sus sagas,
de recorrer sus nieblas?
Es este sol de mi país
que tanto quema
el que me hace soñar con sus inviernos.
Esta contradicción ecuatorial
de buscar una nieve
que preserve en el fondo su calor,
que no borre las hojas de los cedros.
Nunca iré a Islandia. Está muy lejos.
A muchos grados bajo cero.
Voy a plegar el mapa para acercarla.
Voy a cubrir sus fiordos con bosques de palmeras.
...
Alguien ya describió Islandia mejor de lo que yo alguna vez pude hacerlo.
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July 31, 2011
Futuro inmediato
Iré a Washington a ver a los amigos de hace tres años. Quiero ver a Amanda y platicar de lo que hemos aprendido, a Nadine y contarle lo que ha pasado, a Iñaki y escucharle. Encontraré a Melina, será tan bello como siempre. Recordaré que alguna vez todos fuimos buenos amigos. And I will ask:
"Remember, remember that 1st of September?
We were there, all around,
breathing Mumbai.
We didn't know
what we know now
don't ask why
we were young
not that we are old
but we have grown".
Después, en agosto 15, estaré en Islandia. Quiero caminar por Rejyavik. Saber si es tan frío como me han dicho, repetirme hasta el cansancio que no cualquiera puede escapar tan lejos ni tan contento. Veré la nieve y en ella se reflejará el mundo.
Vendrá Aarhus en agosto 17. Sabré que es el principio.
"Remember, remember that 1st of September?
We were there, all around,
breathing Mumbai.
We didn't know
what we know now
don't ask why
we were young
not that we are old
but we have grown".
Después, en agosto 15, estaré en Islandia. Quiero caminar por Rejyavik. Saber si es tan frío como me han dicho, repetirme hasta el cansancio que no cualquiera puede escapar tan lejos ni tan contento. Veré la nieve y en ella se reflejará el mundo.
Vendrá Aarhus en agosto 17. Sabré que es el principio.
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