Tener 18 y seguir siendo ingenua. Muy ingenua. Seguir creyendo que intentándolo todo es posible, que haciendo un poquito más se llegará al tan esperado cambio, que es cuestión de coordinación y corazón. Ingenuidad nacida de aquél "¡No pasarán!" a veinte mil voces en el Monumento a la Revolución, alimentada por un escrito en democracia de Saramago y rejuvenecida por dos o tres chispazos de interés. Ingenuidad la de Andrés al creer que el millón cien mil votos servirían de algo. Ingenuidad la de las comunicadoras triquis al caminar orgullosas por la calle. Ingenuidad la del padre Ademar que vive y revive en la Casa del Migrante de Tecún Umán. Ingenuidad la de las mujeres de Atenco al esperar disculpas...
Y estar casi segura de que en un año el voto será nulo.
3 comments:
No es del todo inconveniente.
Y felicidades atrasadas (o adelantadas si quieres)
¿de qué hablas? Habiéndo tantos emos y lacoste's fans que cumplen también 18 este mundo está salvado...
Saludos, lo bueno de nuestra inmadurez es la posibilidad de seguir creyendo en utopías como "mañana" o "revolción".
P.D. Perdona mi mal agradecimiento y mi hiper retraso, pero eso de los aniversarios de nacimiento aún no me convence, las personas valiosas nacen de nuevo todos los días, creo yo. Gracias por los mensajes en faceboo, me deconecté un rato del güeb 2.0 y gracias por los comentarios en el blog.
Por cierto, te he agregado a la blogósfera, leo los demás posts y mando saludos.
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